

un propósito claro
cuidar de ti
Leche Sandra nació hace más de 60 años con un único propósito; ofrecer a las familias canarias uno de los alimentos más esenciales y nutritivos: la leche. En aquel entonces, nuestras raíces se fundaron en la idea de proporcionar leche fresca, natural y de la mejor calidad posible a las personas, siempre con el compromiso de cuidar de su salud.
Desde el primer día, Leche Sandra ha sido más que una simple marca. Ha sido un aliado en cada hogar, un símbolo de calidad y confianza. Con el paso de los años, nos hemos esforzado por mantener esa misma misión, sin perder de vista la importancia de innovar y mejorar constantemente nuestros procesos. Esto nos ha permitido garantizar que nuestros productos no solo sean deliciosos, sino también saludables y responsables con el entorno. Por eso, además de centrarnos en ofrecerte un producto excepcional, nos hemos comprometido con el bienestar de nuestros animales y la sostenibilidad de nuestro planeta.
un viaje que comienza hace más de 60 años
nuestra historia

donde empieza todo
1978
En una pequeña finca del norte de Gran Canaria nace Leche Sandra, con el sueño de ofrecer leche fresca, natural y sin aditivos. Una historia que comienza entre vacas felices y manos familiares.

Más cerca de ti
1985
La calidad y el boca a boca hacen que la leche llegue a mercados y tiendas locales. Las botellas retornables se vuelven un símbolo de cercanía, sostenibilidad y confianza.

El sabor que todos conocen
1995
Leche Sandra se convierte en una marca querida por las familias canarias. Su sabor auténtico y elaboración artesanal la consolidan como un clásico en la isla.

Tradición que evoluciona
2000
La producción se moderniza, pero se mantiene el compromiso con lo natural, lo cercano y lo bien hecho. Tecnología y tradición empiezan a caminar juntas.

Volver a nuestras raíces
2018
Mima Roca recupera la marca con la misión de honrar su historia y revivir su espíritu. Se traza un nuevo camino para que Leche Sandra vuelva al corazón de Canarias.

crecemos mirando al futuro
2025
Leche Sandra renueva su imagen para conectar con nuevas generaciones, manteniendo intactos sus valores de siempre. Apostamos por una marca más cercana, digital y viva, sin perder nuestras raíces.
nuestra granja
el parador de las vacas
En Leche Sandra, sabemos que una leche de calidad comienza con el bienestar de nuestras vacas. Por eso, en El Parador de las Vacas, cada animal vive en condiciones excepcionales, rodeado de cuidado y confort. Con cerca de un millar de reses, de las cuales la mitad están en producción, nuestro Parador es la única granja de Canarias con el certificado de Bienestar Animal AENOR Welfair. Aquí, nuestras vacas gozan de lo que llamamos "vacas felices", ya que están libres de estrés y viven en espacios amplios, divididos en lotes según su edad y momento de producción.
El entorno está diseñado para que cada vaca elija dónde quiere estar, ya sea al sol o a la sombra, y puedan automasajearse con cepillos que ellas mismas activan. Para los días calurosos, tenemos aspersores que refrescan el ambiente, y su comodidad se complementa con podología semanal para asegurarnos de que puedan caminar con facilidad. Pero eso no es todo, también nos preocupamos por su dieta. Preparamos una alimentación a base de materias primas seleccionadas, completamente natural, sin hormonas ni antibióticos. En la sala de ordeño, lo único que escuchan es música relajante, porque entendemos lo importante que es que estén tranquilas en todo momento. El Parador de las Vacas es mucho más que una granja; es un lugar donde nos aseguramos de que nuestras vacas vivan felices para que tú puedas disfrutar de la mejor leche.

la excelencia de lo natural
lechería sandra
En la central lechera Sandra, situada en Carrizal, a tan solo cuatro kilómetros de nuestra granja, la leche es procesada cada día con el mismo compromiso de calidad y frescura que nos ha acompañado durante más de 60 años. Aquí, la leche es tratada con la máxima delicadeza, asegurando que conserve todas sus propiedades naturales, pero con la tecnología necesaria para ofrecer una vida útil más larga y mayores garantías de calidad.
El proceso es simple, pero preciso: la leche, que llega a la central a una temperatura de entre tres y cuatro grados, pasa por un intercambiador de agua helada para mantener la cadena de frío. A continuación, se somete a un proceso de higienización, pasteurización, y homogenización, antes de ser envasada como leche fresca. Este proceso garantiza que la leche Sandra conserve todas las vitaminas, oligoelementos y enzimas esenciales para la salud, sin los efectos adversos que puede generar el tratamiento UHT en la digestibilidad.
Nuestra filosofía es clara: menos es más. El secreto de nuestra leche es hacer lo mínimo posible para conservar su estado natural, sin aditivos ni procesos innecesarios. Esto es lo que nos permite ofrecerte un producto puro, fresco y lleno de beneficios, como siempre ha sido el propósito de Leche Sandra.